El libro más largo jamás escrito

Rompiendo los límites de la imaginación
Por Axel Vite
A lo largo de la historia se han escrito libros tan cortos como una carta de amor o tan extensos como la biblia: algunos caben en la palma de la mano y otros necesitan un soporte para resistir su propio peso. Narran, entre sus páginas, mitos donde antiguas divinidades crean a la humanidad para erradicar su propio aburrimiento, o bien, las andanzas de individuos ejemplares: Gilgamesh, Dante, Odiseo, Don Quijote, el Cid…
No cabe duda, en cualquier librería podríamos encontrar cientos de obras con la capacidad para maravillar nuestra imaginación durante días, meses, años… y sí, tal vez siglos. A propósito, ¿se han preguntado cuál es el libro más extenso? De acuerdo con el Libro Guinness de los Récords, Marcel Proust escribió el libro más largo en la historia de la humanidad: En busca del tiempo perdido. Con un total de 1 267 069 palabras, 3 031 páginas y 9 609 000 caracteres con espacios incluidos, no tiene competencia hasta ahora.
Aún así, no es el libro más extenso que podríamos encontrar: Cent mille milliards de poèmes, escrito por Raymond Queneau, es el libro sin fin aunque apenas tiene diez páginas con un soneto cada una… (Sí, aunque no lo crean es una reunión de poemas.) ¿Cómo podría, entonces, superar la obra de Marcel Proust? Publicado en 1961, el libro es un conjunto de diez sonetos impresos en una tarjeta con cada línea en una tira separada. De manera más clara, el lector puede combinar cada tira con los fragmentos de otros poemas para crear uno nuevo.
De esta forma, el número total de combinaciones posibles arrojaría cien billones de poemas distintos o tal vez más. ¡Imaginen! Cien billones de poemas… Significa que cualquiera de nosotros dedicaría tal vez varios siglos para experimentar con todos los fragmentos antes de agotar todos los poemas.
¿Se atreverían a leerlo?